Los dos últimos episodios del Programa dedicado a nuestros mejores clásicos del Siglo de Oro, en este caso a Baltasar Gracián.
https://www.youtube.com/watch?v=wWyGTiLyHcs
Y
https://www.youtube.com/watch?v=vo0u2cJ3ORQ
Un bloc de ideas, más que de información. Centrado en la literatura, la cultura y el pensamiento crítico. Una incitación a la reflexión, el análisis y la crítica del mundo cultural, literario y político. .
Los dos últimos episodios del Programa dedicado a nuestros mejores clásicos del Siglo de Oro, en este caso a Baltasar Gracián.
https://www.youtube.com/watch?v=wWyGTiLyHcs
Y
https://www.youtube.com/watch?v=vo0u2cJ3ORQ
Aquí tienes los enlaces 7 y 8 del Programa "Al habla con los clásicos", dedicados a transmitir y comentar la sabiduría de Baltasar Gracián, sus aforismos, sentencias e historias llenas de mensajes para aprender a saber vivir, que es la sabiduría más importante.
https://www.youtube.com/watch?v=MkyOW7yhfLI
Y
https://www.youtube.com/watch?v=q9-CrEGSZ-0
Danza de estorninos en los Monegros el pasado 22 de diciembre de 2022.
Vuelan, se unen, se juntan, pero no chocan.
Ojalá la sociedad fuera igual.
¿Por qué lo hacen?
Por placer, para crear belleza.
Un ritual dedicado a un dios desconocido.
https://www.facebook.com/AndresCaparrosOficial/videos/5960211734017448
Nuevas entregas del Programa "Al habla con los clásicos".
https://www.youtube.com/watch?v=YEGSRrD3tiA
y
https://www.youtube.com/watch?v=U0ZUktTV-1w
Prosigo la serie de comentarios sobre la obra de Baltasar Gracián a través de EsRadio Alicante, basados en mi libro "Sabiduría de los clásicos. Palabras para pensar, pensamientos para vivir".
https://www.youtube.com/watch?v=ToqZLkec3jo
https://www.youtube.com/watch?v=lGe8UDcaJOg
De una serie de programas semanales que he iniciado con EsRadio Alicante, invitado por Pilar Jáuregui
Entresaco aforismos, sentencias, máximas, fábulas, apolos e historias breves y las vamos comentando.
Una aproximación al pensamiento y el lenguaje de Baltasar Gracián y Francisco de Quevedo.
https://www.youtube.com/watch?v=uUNMvCCFkro
https://www.youtube.com/watch?v=HE45HCxpTGo
Un entrevista sobre mi libro "Sabiduría de los clásicos. Palabras para pensar, pensamientos para vivir".
Vídeo de la presentación en Barcelona del libro de José Ramón Bravo, "Teoría del imperio y la nación del siglo XXI" en la que intervengo del minuto 5:30' al 20:00'
En este artículo se resumen mis aportaciones sobre el origen judío de Cervantes recogidas en mi libro "Huellas judías y leonesas en el Quijote. Redescubrir a Cervantes".
TERTULIA SOBRE MI LIBRO "SABIDURÍA DE LOS CLÁSICOS" EN LA PLATAFORMA "ENCUENTROS DE HUMANIDADES Y FILOSOFÍA".
https://www.youtube.com/watch?v=HE45HCxpTGo
Una entrevista sobre mi libro "SABIDURÍA DE LOS CLÁSICOS"
Mi nuevo libro:
SABIDURÍA DE LOS CLÁSICOS: palabras para pensar, pensamientos para vivir.
Ya puedes adquirirlo a través de Amazon y en Punto Rojo Editorial o buscando por internet.
Más fácil: escribiendo a huellasjudias@gmail.com
Precio oficial: 15 euros
Aquí puedes ver un par de vídeos de presentación:
https://www.youtube.com/watch?v=-U0M7L1iSns
He recobrado esta reseña del profesor de la Universidad de León José Enrique Martínez sobre mi libro de poemas "Desvelos de la luz". Si estás interesado en adquirir un ejemplar, escribe a huellasjudias@gmail.com
Santiago Trancón, Desvelos de la luz, Madrid, Huerga y Fierro, 2008, 108 pp. 383-388.
José Enrique Martínez
ISSN:0313-1329
Estudios Humanísticos. Filología 31, (2009). 383-388
Santiago Trancón es autor de distintos libros: un poemario, De la naturaleza del olvido (1989), una novela, En un viejo país (1997), y estudios como Teoría del teatro (2006) o Castañuela 70. Esto era España, señores (2006). Conviene que nos fijemos en dos fechas: 1989, cuando apareció el poemario citado, y 2008, cuando se publica el segundo, objeto de esta reseña, Desvelos de la luz. Casi veinte años entre uno y otro. De la naturaleza del olvido caminaba de la levedad a la concentración, de la imagen sencilla a la densidad conceptual y, fragmentado en poemas, venía a ser una única composición. Es algo que, como veremos, podemos apreciar en estos Desvelos de la luz, poemario que va precedido de una poética seria, rigurosa y clarificadora. Santiago Trancón declara, frente a la opinión antigenérica, tan frecuente: “Proclamar que los géneros literarios no existen es como afirmar que la tierra es plana. Cuanto más se empeñen algunos en anunciar su desaparición, más se nos impone su existencia y necesidad”. Los géneros, escribe, son “modos diversos de enunciación, con impulsos, intenciones y finalidades comunicativas”. Y especifica, respecto a la poesía: “No es simple convención formal o estilística. Lo que ella ilumina, descubre y crea, no es lo mismo que convoca una novela, un cuento, una obra dramática, un ensayo o una noticia de periódico (...). La poesía selecciona, comprende y desvela aspectos de la realidad, del mundo y sus misterios, que sólo a través de ella podemos vivir y vislumbrar”. Santiago Trancón procede después a caracterizar la poesía frente a otros discursos por el ritmo y la medida, la intensidad expresiva, la “verdad”, el modo de enunciación subjetiva y la unión de pensamiento y emoción; en palabras del poeta: “La poesía es ritmo, respiración, cadencia. Por eso su modo natural de enunciación es el verso”; “La poesía es concisión, intensidad, concentración significativa y emocional”; “La poesía, hoy, es siempre lírica [...]. Es lírica porque no puede construirse con emociones fingidas”; “La poesía no está hecha para contar historias ni para describir cosas, sucesos o paisajes, sino para transmitir lo que el poeta siente, piensa e imagina al observar la realidad...”; “La poesía es subjetiva, pero no egocéntrica, ni narcisista”: por eso, porque no es narcisista, es dialogante, comunicativa, intemporal y universal; la poesía aspira a “provocar una experiencia nueva en la que se une lo físico y la conciencia, el sentir y la idea [...], el yo con la objetividad del mundo”. Trancón procede después a una verdadera defensa de la poesía, en la línea –pero desde una concepción moderna, claro está-, de las poéticas que se remontan a la Edad Media, a Dante, a Boccaccio o, entre nosotros, al Marqués de Santillana o a Juan del Encina. Frente a imposturas, palabrería, arbitrariedades sintácticas o de otro tipo, exhibicionismos y búsqueda de novedades a toda costa, el poeta reafirma una “poesía que provoca una experiencia única, intensa, emocional y mental a la vez, corporal y etérea, un darse cuenta del misterio que nos rodea, de la belleza y la angustia que traspasa el mundo”.
Desvelos de la luz distribuye su materia poética en cinco partes de extensión parecida, con 70 poemas en total. Hay un índice externo de unidad: los poemas, sin título, van numerados dentro de cada parte. El poemario se concibe, por lo tanto, no como un agregado de poemas diversos, sino como libro, siendo evidente la unidad significativa de cada una de las partes.
En el poema inicial la luz (recuérdese el título del libro, Desvelos de la luz), se contrapone a la sombra, y la piedra (solidez, quietud) al río (a lo líquido y fluyente). Pero no son sombras totales, opacas, sino “un fulgor de sombras”. Es la iluminación, por pálida que sea, lo que predomina. En ese ámbito de luces y sombras “brota un anhelo” que se une al “temblor de álamos”. El anhelo implica al yo, a un yo contemplativo, perceptivo y reflexivo. Es del poeta –y a posteriori del lector- del que brotan esos anhelos, vagos tal vez, sin concreción acaso, con un punto de emoción en ese “temblor” de los álamos y quizá también del alma. A la vez que hemos interpretado superficialmente el poema, hemos podido captar algunas características por las que se define esta poesía, confirmadas con la lectura de los poemas posteriores: capacidad de sugerencia; brevedad, que supone expresión y desarrollo conciso; concentración significativa, que podemos nombrar como intensidad; tensión, aquí movida entre contrarios –luz, sombra- interdependientes, que se presuponen el uno al otro; tendencia a la instantánea más que al desarrollo temporal. A estas primeras intuiciones podemos añadir algunas otras: la presencia, explícita o no, de un yo, de un sujeto activo que observa y medita, con la luz y la sombra como elementos fundamentales de su visión; un mismo clima emocional, una misma tonalidad sentimental que en estos primeros poemas es adscribible a los términos luz y sombras; tradicionalmente, la luz connota elementos positivos reales (claridad, visión, calor, etc.) o simbólicos (desvelar, pureza de las cosas, renacer, etc.), y la sombra, la oscuridad o la noche, elementos negativos, reales también (dificultades de percepción y movimiento...) y simbólicos (opacidad de un texto, incertidumbre vital, duda, lo insondable, etc.). Cuando el poeta dice “Quisiera ver la luz del amanecer. / Luz de pájaros y racimos y espigas / que un niño lleva bajo el brazo / para alumbrar la sombra de los pozos”, toda una serie de imágenes venturosas vienen a la mente: la pureza con que la luz del amanecer va delineando, delimitando las cosas, el mundo; es como un renacer, como si la vida apareciera cada día con la primera luz del mundo. En cambio, si leemos: “Llegó la noche como un alacrán”, otra serie opuesta de imágenes nos atenaza y sobrecoge: el miedo, el peligro, la herida, la muerte... Estas connotaciones las expresa el poeta por medio de una figura retórica formada por términos que se excluyen desde el punto de vista del significado: el oxímoron, que se ofrece como fórmula de fusión de contrarios; en los poemas de Trancón encontramos: oscura luz, fuego negro, llama oscura, luz negra...; es curioso observar cómo los calificativos “oscuro” y “negro” cobran un relieve significativo muy fuerte, al teñir de tinieblas la claridad del fuego, de la llama o de la luz: predomina el túnel sobre la salida, pudiéramos decir.
Aspecto importante del poemario es el recurso a los símbolos: hay complejos mentales, sentimentales o de otro tipo difíciles de explicar y el símbolo puede configurar en una palabra todo aquel complejo interior: perdido entre sombras, incertidumbres y miedos, el poeta escribe: “Pero sé que más allá hay un sendero / que puedo recorrer, y fuentes a lo largo / del camino que apagan momentáneamente la sed”. Tanto el sendero como las fuentes como la sed remiten a un estatuto simbólico: “Un galope de caballos antiguos / atraviesa la noche” ¿Qué caballos son esos fuera del ámbito simbólico? Y la misma pegunta nos hacemos ante otros caballos que aparecen en distintos poemas: “Caballos negros, cubiertos de zarzas, se precipitan al mar”: sentimientos de desolación, desconcierto y muerte acudirán en una inicial interpretación; los “caballos guerreros” del poema séptimo de la tercera parte, responden a lo que Carlos Bousoño llamó “visión”, pero es además, en el sentido corriente, una visión apocalíptica, aterradora, como si esos simbólicos caballos, espoleados por “serpientes de humo”, se precipitaran hacia el abismo. Junto a los símbolos destacan las imágenes, que normalmente materializan una visión o un pensamiento. Podemos degustar algunas: “El crepúsculo es un surco oxidado que llega hasta el infinito”; “Un anhelo de raíces asciende hacia la copa de los chopos”; “La noche es ya un navío errante cargado de sombras”; el fruto morado de la higuera es “vulva solar que picotean los gorriones”; el grillo es “ruiseñor de azabache”, las amapolas, “frágiles copas que recogen el rubor del viento”, etc., etc.
Me referiré finalmente al contenido en cada una de las partes del poemario. Si la primera, “Fulgor de sombras”, expresa los contrarios en su mismo enunciado, enfrentados como dos polos, positivo y negativo, sólo fusionados formalmente a través del oxímoron, la segunda parte, “Donde la quietud”, poetiza un ámbito natural sereno donde el sujeto puede mirar, admirar y meditar, con impresiones íntimas de una pareja quietud que trasciende hacia la visión de un tiempo detenido, una eternidad que es “la eternidad de un instante” y, por ello, fugaz, “fugaz eternidad”, nuevo oxímoron hacia el sentido de la inmovilidad, la lentitud de todo, como si la muerte detuviera también su paso, como si todo –también el alma- reposara, quieta, ajena al decurso temporal, como si el mundo natural permaneciera inmóvil y en él pudiera brotar el anhelo, ese signo recurrente en esta poesía: “el anhelo de reposo” dice un poema, de reposo no perturbado por accidentes como la noche o las sombras, por “la inquietud que penetra en los rumores de lo oscuro”, como expresa otra composición. El logro de ese anhelo supondría tal vez una plenitud que el poeta ve, de momento, fuera de sí, en el mundo natural, “serena plenitud sin mí”, pero que persiste como vehemente afán: “Y mis cansados ojos (...) / siguen buscando / la huella incandescente, el fulgor de la quietud en el centro de la noche”.
En la tercera parte, “Teoría de la incertidumbre”, los signos negativos se acumulan: sol lánguido, pupilas sin rumbo, ramas quebradas..., son imágenes o sintagmas en los que el sustantivo se hace acompañar por un calificativo que matiza negativamente su significado: atardeceres disecados, racimos oxidados, vacas moribundas, cielo de plomo... Estos signos brotan de un estado de ánimo desolado, perplejo y angustiado ante la vida y, si hacemos caso al poema octavo, ante el decurso temporal, volviéndose el sujeto hacia esa etapa en que lo temporal no es perceptible: “Infancia feliz, sin miedo a los relojes”, “los instantes en que fui feliz”. Predomina, en cambio, el ahora desolado, el vacío interior, “la incertidumbre de la espera”, el vacío interior del que parece salir el sujeto en los versos finales, que alumbran, creo, un tiempo nuevo: “Pero regresé de día y despierto. / ¡Oh la dicha del regreso!”.
“El cielo encendido” es el título de la cuarta parte: el tenebroso paisaje interior de la parte tercera es ahora luminoso, alegre, leve, aéreo. Retornan las sensaciones que entran por los ojos: nubes que refulgen, agua que brota y ríe, etc. Cada poema, breve y leve, es como una instantánea de luz, un cuadro, un lienzo en el que los objetos componen un paisaje risueño, reflejo de otro paisaje interior que se trasvasa a los ojos que miran. No es extraño que reaparezca el amanecer como momento auroral del renacer del corazón, merced, sin duda, a un tú que enciende el cielo del título y los ojos del yo contemplativo y admirativo. De ambas actitudes derivan imágenes de una gran delicadeza: “Tu voz llegaba a mi corazón / como un rumor de pétalos cayendo al agua”; “Una luz de oro acariciaba la seda de tus pechos”. Pero frente al amanecer, el crepúsculo llega con sus signos acuciantes: “Llega sigilosa la noche. / La lluvia, lenta, como nieve, / empieza a caer sobre mis ojos”; el temor sobreviene, la incertidumbre otra vez: “Ya nada es seguro en mi corazón”. ¿Todo momentáneo? Así parece: el desasosiego que ha sobrevenido, el ahogo interior parecen resolverse, pues se reproducen las imágenes delicadas y luminosas: “zarcillos de verde luz casi transparente”, “la llanura encendida de amapolas”... ¿Aceptación del destino temporal? Así lo pensamos a la luz del poema final de esta parte.
La parte final del poemario lleva por título “Plenitud del vacío”. Con este título parece que nos asomamos a abismos místicos, al vacío que podemos hallar expresado por un San Juan de la Cruz, por ejemplo, pero con una diferencia: el santo de Ávila canta desde la fe, se expresa desde una concepción religiosa; en la poesía de Trancón no aparece para nada ni la impregnación religiosa ni la fe. Plenitud del vacío. Difícil nos resulta concebir un vacío lleno, pleno. También lo es para el poeta, dado que el oxímoron traduce una experiencia inefable. De ahí que el poeta recurra a imágenes, ante la dificultad inicial de expresarlo de otra manera: “La plenitud es vacía como la gota de rocío / que tiembla y cae de la hoja que yo acaricié”; “El eco, el vacío que deja la ola al morir”... ¿El vacío fértil de los místicos? ¿el vaciamiento del alma? Son preguntas que nos hacemos a medida que van discurriendo los poemas. Silencio, muerte, vacío, plenitud. La muerte-vacío como plenitud, la nada como destino, la plenitud vacía. El “no pensar”, el “no lugar”, el estar “no siendo”, “una llama que colma y no quema”: son expresiones que nos hablan de ese después, del anhelo de reposo, de la quietud definitiva a la que las formas parecen tender. “Ese ya no ser” -abandono, quietud, vacío, transparencia- prefigura la muerte, el ser no siendo que la poesía vislumbra, intuye y hasta intenta revelar. Acaso sea el poema penúltimo del libro el que reúna gran parte de las preocupaciones de esta parte final: la buscada actitud de serenidad para reflexionar sobre lo que no se acepta; el deseo de eternizar el instante o de imaginar la eternidad del instante; la poesía como posible terapia sanadora, según la vieja concepción aristotélica, el inevitable pavor ante la muerte y la esperanza final como deseable posibilidad.
ISSN: 0313-1329 Estudios Humanísticos. Filología 31, (2009). 383-388
José Enrique Martínez
En este enlace en contratarás un vídeo de UNIDAD HISPANISTA en el que ERNESTO LADRÓN DE GUEVARA, JAVIER BARRAYCOA y SANTIAGO TRANCÓN hablan del proyecto disgregador de ESPAÑA y de las alianzas e implicaciones internacionales que están apoyando la desintegración de ESPAÑA.
https://www.youtube.com/watch?v=9seLJT2vpAQ
https://www.youtube.com/watch?v=6D4XM1HLh9w
Sobre Cervantes y mi libro “Huellas judías y leonesas en el Quijote”:
https://www.youtube.com/watch?v=6D4XM1HLh9w
Aquí puedes ver un vídeo corto sobre la adulteración de los indultos:
https://www.youtube.com/watch?v=uPTHzAI96Go
AQUÍ puedes ver una entrevista que meta hecho Francisco Oya
https://www.youtube.com/watch?v=cjNl0dulL5c
AQUÍ TIENES UN. ENLACE EN QUE PUEDES VER LA ENTREVISTA QUE ME HAN HECHO EN DISTRITO TV.
https://www.leonoticias.com/culturas/libros/leones-santiago-trancon-20210421112952-nt.html
España sentenciada pero no vencida
El leonés Santiago Trancón publica un ambicioso ensayo político
Santiago Trancón, un leonés de Valderas, publica un libro que analiza la realidad política de los últimos 40 años desde una perspectiva inédita, que sorprenderá, no sólo a políticos e historiadores, sino a cualquier lector: desde la perspectiva de las sentencias más importantes dictadas por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo referidas a Cataluña. Lo que pudiera parecer un terreno árido y sólo apto para especialistas, se convierte en una lectura apasionante, ágil y rigurosa, que acaba respondiendo con rotunda objetividad a la pregunta de por qué y como hemos llegado hasta aquí. No sólo descubrimos el fondo de las sentencias, los confusos y peligrosos fundamentos jurídicos en que se basan, sino que iremos comprobando los efectos nocivos que esas sentencias han ido produciendo en la vida política y social, no ya en Cataluña, sino en toda España. Comprendemos así cómo el problema catalán se ha convertido en el problema español, porque lo que se ha puesto en peligro es el orden constitucional que asegura la unidad y la igualdad de todos los españoles.
Empieza el libro realizando una autopsia, con pulso de cirujano, de las 500 páginas de la sentencia del TS referida al golpe institucional llevado a cabo por los independentistas en septiembre y octubre de 2017. Se describen los hechos preparatorios, desde el 2012, y aquellos que sucedieron hasta la aplicación del artículo 155. Frente a estos hechos probados y sobradamente documentados, la absolución del delito de rebelión parece una auténtica provocación, jurídicamente insostenible, basada en una fabulosa "teoría de la ensoñación".
En la segunda parte del libro explica Trancón cómo el poder judicial ha ido degradándose hasta hacer posible esta sentencia, cuáles han sido los antecedentes y la cadena de claudicaciones, prevaricaciones y cambalaches políticos y judiciales que han llevado a dejar casi impune el mayor acto insurreccional llevado a cabo en una democracia europea. El libro, mediante una acertada técnica de acumulación y progresión narrativa y argumentativa, va haciendo un recorrido por las sentencias y hechos más relevantes ocurridos en Cataluña desde la publicación del Manifiesto de los 2.300, en 1981, hasta hoy.
Se analizan así Ley de Normalización del catalán y las sucesivas Leyes Educativas que han permitido la imposición del catalán en la enseñanza y en la vida pública y privada en Cataluña, la exclusión y persecución del español, la sentencia de la LOAPA -que inicia el desmoronamiento del Estado-, la sentencia aberrante sobre el Estatuto, la absolución de Pujol en el caso Banca Catalana, el Programa 2000 que contiene ya todos los elementos preparatorios del golpe de Estado, etc.
Se trata, como bien dice en el Prólogo Juan Pablo Cardenal, de "un libro doloroso pero imprescindible". Y añade: "La sensación de ira ante tanta inmoralidad inunda la lectura de este libro, de la primera página a la última".
Santiago Trancón ha realizado una crónica histórica fundamental, basada en una teoría política que nos aclara el origen y la evolución del nacionalismo catalán, cuyo objetivo siempre ha sido y es, el logro de la independencia. La conclusión es clara: la rebelión de los separatistas catalanes, con la colaboración imprescindible de los defensores de ese imposible político llamado "nación de naciones", amenaza seriamente la continuidad de España como Nación y Estado democrático. Sólo si tomamos plena conciencia de lo sucedido, y del importantísimo papel que el poder judicial ha jugado en este proceso, podremos encarar con determinación nuestro inmediato futuro. Como bien concluye el autor, España ha sido sentenciada por los supremacistas y sus aliados, pero aún no ha sido vencida. Está en nuestras manos el impedir la claudicación final, porque hemos llegado a una situación de no retorno, donde, o triunfan los disgregadores antidemócratas o triunfan los demócratas constitucionales.
Después de leer este libro nadie podrá quedarse indiferente ante la gravedad del momento histórico que vivimos. Un estudio cuyo interés y vigencia, sin embargo, van mucho más allá de la inestable coyuntura política, acosados como estamos por una pandemia de impredecibles consecuencias sociales y económicas.
Aquí puedes acceder a una entrevista que me han echo recientemente:
https://lacalmamagazine.es/no-me-fui-de-cataluna-me-echaron/
Y aquí una respuesta relacionada con el caos de las recientes mociones de censura promovidas por el PSOE y Ciudadanos:
https://www.noentiendonada.es/me-dice-santiago-trancon-profesor-y-escritor/
Mi libro “España sentenciada” en Amazon:
https://www.amazon.es/gp/product/8418492031/ref=pe_2443901_582949851_em_1p_0_lm
Conversación tranquila de @jmfrancas con Santiago Trancón. Profesor y escritor, ha publicado una docena de libros, el último, «España sentenciada, pero no vencida».
Tuitter:@jmfrancas Web: http://sinpostureo.com blog: http://www.noentiendonada.es, YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber Canal de Telegram: https://t.me/joinchat/AAAAAE9v5rySdN0b09ak1Q
JMF: ¿Qué tuviste que ver con el ‘Manifiesto de los 2.300’?
ST: Fui su autor, lo redacté de un tirón después de hablar con el poeta Carlos Sahagún y el sindicalista José Luis Reinoso. Federico Jiménez Losantos introdujo luego un pequeños párrafo. Empezamos a difundirlo a partir de un grupo de socialistas y dirigentes de UGT en Santa Coloma de Gramanet. Antes habíamos logrado que Amando de Miguel encabezara a los primeros firmantes.
JMF: ¿Hace 40 años ya se veía el problema?
ST: Se empezaron a dar los primeros síntomas, y nuestro mérito fue el detectarlos y ver qué es lo que había detrás, que no era otra cosa que el proyecto independentista en su fase embrionaria, que pasaba en primer lugar por el control de la enseñanza y la administración, imponiendo el catalán por las buenas o por las malas.
JMF: ¿Ya imponían?
ST: Se empezó a imponer de muchos modos, presionando, señalando a los que nos resistíamos, creando en los centros escolares un ambiente contrario a todos los que nos oponíamos a dar las clases en catalán. Luego vinieron las normas y las leyes, empezando por la exigencia de alcanzar un nivel suficiente de catalán para poder acceder al concurso de traslados en el caso de los profesores, y ya no entró nadie en la administración pública si no dominaba el catalán. Al mismo tiempo se negó toda ayuda a la cultura y a los medios de comunicación que no se expresaran en catalán. Se fue creando el cerco para ir expulsando al español y a los hispanohablantes. El PSUC y el PSC hicieron el trabajo sucio. A mí me expulsaron del PSC, por ejemplo.
JMF: ¿El PSUC también?
ST: El PSUC era el que tenía más implantación y fue el más beligerante. Incluso convenció a Pujol para que no aceptara organizar las aulas en función de la lengua materna de los niños, lo que podía haberse hecho sin ningún conflicto, y lo que hubiera supuesto un ejemplo real de convivencia e intercambio lingüístico y ser la base del bilingüismo. No, lo que se buscaba era el monolingüismo, porque la construcción de la nación catalana se debía hacer sobre la base de la lengua, la seña de identidad fundamental. El elemento más discordante con ese proyecto eran las masas de obreros hispanohablantes, por eso había que empezar porque sus hijos hablaran el catalán y dejaran el español. El PSUC tenía una gran implantación precisamente en esos barrios obreros, así que fueron ellos los mejor preparados para anular cualquier resistencia.
JMF: ¿Qué sentido tenía hablar del catalán como lengua propia? Deja al castellano como impropia…
ST: Bueno, los independentistas han sido maestros en el uso del lenguaje, en introducir conceptos como ese de la lengua «propia» que ha tenido tanto éxito. Claro, si hay una lengua propia de un territorio, eso significa que cualquier otro es impropia, no natural, o sea, impuesta. Pero los territorios no tienen lengua, ni propia ni impropia, la tienen las personas, y la lengua propia de cada persona es su lengua materna. Por eso hicieron desaparecer enseguida el concepto de lengua «materna», algo que está reconocido por todos los organismos internacionales, pero que ha sido desterrado de Cataluña.
JMF: Tampoco me convence el de lengua vehicular… Una lengua si no es vehicular, ¿qué es?
ST: Es otro concepto ambiguo. De lo que se trata es de usar una u otra lengua como dominante en la enseñanza, el catalán o el español, respetando la lengua materna y propia de cada niño, y atendiendo así al deseo de los padres que siempre buscarán lo mejor para sus hijos, y lo que no quieren es que por culpa de la lengua puedan fracasar en su aprendizaje o sufrir un retraso escolar porque se les impone una lengua que no dominan. Hay algo de crueldad y desprecio a los hijos de los trabajadores a los que se les discrimina y cierra muchas posibilidades de desarrollo y luego de promoción social al imponerles el catalán como única lengua de la enseñanza.
JMF: Mejor lengua materna que no definir una lengua llamada ‘vehicular’ para todos, ¿no?
ST: Así es, y en el caso de Cataluña atender a las dos lenguas maternas dominantes, el español y el catalán.
JMF: Hace 40 años del manifiesto, ¿seguimos igual?
ST: Peor. Aquello fue el embrión, el huevo del dinosaurio que ya ha crecido y algunos se dan cuenta ahora, cuando despiertan, que «el dinosaurio ya estaba allí», como en el famoso minicuento de Monterroso. En mi libro «España sentenciada, pero no vencida», cuento y analizo todo el proceso, cómo todo se ha ido encadenando bajo el principio de «ni un paso atrás», «ni un pas enrere!”
JMF: Ha aparecido otro manifiesto, ¿tuyo también?
ST: Sí, también lo he escrito yo, lo que tiene el valor simbólico de unir el pasado y el presente, más allá de mi coherencia personal. Me pidió que lo escribiera un amigo, José Domingo, de Impulso Ciudadano, y tengo la satisfacción de que en una semana logramos enseguida reunir 500 firmas, entre las que están nombres muy conocidos y relevantes de la sociedad española, lo que nos reafirma en lo acertado de aquella denuncia inicial de 1981, y de la actual, 40 años después.
JMF: ¿Qué añades en este nuevo manifiesto?
ST: El centro de este nuevo Manifiesto no es Cataluña, sino España, porque el problema, aunque nunca fue sólo catalán, ahora ya afecta directamente a España, y no como un problema más, sino como un problema capital y decisivo, porque de lo que se trata es de que España permanezca como Nación y Estado democrático, o de que se trocee y desparezca como tal. Lo que está en riesgo real es la unidad y la igualdad de todos los españoles, o sea, el triunfo de los demócratas constitucionales, o el de los antidemócratas separatistas y totalitarios. Este enfrentamiento es agudo en el interior de Cataluña, pero se extiende a toda España, y no se podrá resolver en Cataluña si al mismo tiempo no se encara y resuelve en toda España.
JMF: ¿Siempre me ha chocado que la izquierda flirteara con el separatismo? Cómo lo explicas?
ST: Porque gran parte de esa izquierda proviene de una clase media y alta bien acomodada, propicia para interpretar los principios y valores de la izquierda según sus intereses. Eso ha llevado a algo insólito hoy en Cataluña, que los dirigentes de la CUP y de ERC, y de la mayoría del PSC, provengan de las clases más ricas y acomodadas. La revolución independentista es la revolución de los ricos. La jugada maestra es que estos mismos se hayan apropiado de la izquierda para así anular por completo cualquier oposición y rechazo de los trabajadores o las clases menos favorecidas. Es esperpéntico que la burguesía catalana se proclame de izquierdas, pero la farsa les funciona muy bien. Algo parecido ha pasado en el PSOE y Podemos, que han pervertido el lenguaje de la izquierda y por eso resulta tan difícil que surja un partido de izquierdas nacional y español, sin complejos, que desenmascare a tantos vividores y oportunistas.
JMF: Pues un partido así es del todo necesario. Gracias Santiago, un abrazo y mucho ánimo.
ST: Gracias a ti.