MIS LIBROS (Para adquirir cualquiera de mis libros escribir a huellasjudias@gmail.com)

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lunes, 30 de enero de 2012

DEGRADACIÓN CULTURAL Y PERVERSIÓN POLÍTICA


Hay tantas malas noticias alrededor que, para no sucumbir, necesita uno olvidar gran parte de lo que oye y ve cada día en los periódicos, la radio y la televisión. De vez en cuando, sin embargo, necesita uno desahogarse y expresar en público lo que ya su estómago no es capaz de digerir. Me ha pasado al leer el manuscrito del acta de votación del jurado popular que ha decidido lavarle las manos (o lo que sea) a Francisco Camps. Bastaría este documento para que, si hubiera un mínimo sentido común en la vida pública española, quedara inmediatamente invalidado el veredicto que ha elaborado este mal llamado tribunal.

De entrada, esto del jurado popular me parece una cosa muy rara. Se supone que el ejercicio de la justicia exige una serie de conocimientos y responsabilidades sometidas a un control social. ¿Qué ventajas tiene este procedimiento, que se aplica, no sé por qué, sólo en unos casos? Que cualquier ciudadano pueda ser elegido a voleo para ejercer esa responsabilidad, es algo que no entiendo en qué principio democrático se pueda fundamentar. Además, los abogados defensores pueden rechazar a los elegidos hasta lograr un jurado más o menos ad hoc, cual sucedió en este caso. Sentencias como ésta deberían bastar para acabar con semejante ocurrencia jurídica que, como se ve, no es ninguna garantía frente a los abusos y mangoneos de la justicia oficial.

Pero vayamos al manuscrito, o sea, a esa copia manual que el jurado emite para dictar su veredicto. El nivel de conocimientos y destrezas lingüísticas que el texto revela haría que sus autores (todo el jurado, pues se supone que lo debieron leer todos antes de firmarlo) no pudieran aprobar la asignatura de Lengua de segundo de la ESO. Lo que evidenciaría un problema de retraso a los catorce años, a la edad adulta indica un nivel de analfabetismo incapacitante para cualquier tarea mínima de razonamiento y reflexión, como es el caso de juzgar hechos delictivos.

No exagero. He aquí alguna de las faltas de ortografía, a las que hay que añadir la ausencia total de tildes (más de treinta) y una sintaxis zarrapastrosa (“durante la elaboración no han ocurrido ningún tipo de incidencias”): “a deliberado”, “hallan pagado”, “faborable”, “desfaborable”, “tubiera”, “atribullen”, “jose tomas”…

Comprobando el nivel de perversión política, moral y cultural que todo esto revela acaba uno por entender otras cosas, como el empeño en degradar la enseñanza pública o denigrar a los funcionarios. ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?

martes, 24 de enero de 2012

EL CUADRO PERDIDO DE DAN KOFLER


Aquí tienes un cuadro perdido de Dan Kofler. Lo pintó en 1974 y forma parte de un tríptico titulado “La mujer y su destino”. Dan Kofler no sabía nada de este cuadro desde la fecha en que lo pintó. Esta mañana se acaba de enterar de que sale a subasta en una importante galería de arte alemana. Ha recuperado, al menos, su fotografía. Ya lo daba por perdido y ha sentido una gran emoción al poder contemplarlo de nuevo.

Me cuenta cómo ha dado con él. Se levantó esta mañana con la imagen de las ondas concéntricas que propaga el agua al caer una piedra sobre su superficie. ¿Por qué son redondas y se propagan sin perder su forma? Es el encuentro de lo sólido con lo líquido, la materia en dos estados diferentes, dos materias que se unen. Son redondas porque la unión es perfecta, en todos los puntos de contacto la fuerza es la misma. Es una imagen del encuentro equilibrado, en el que un cuerpo se hunde en otro, provocando en él una vibración armónica que se amplía y propaga de forma muy bella.

Bien, pues estaba pensando en estas cosas y de pronto se le ocurrió teclear su nombre en Google y en la primera entrada aparece la noticia de la subasta de este cuadro… Como puede observar el lector, todo el cuadro está atravesado por ondas y olas concéntricas…

Sí, estamos sumergidos en el misterio, y no sabemos cómo a veces se producen estas asociaciones, estas conexiones energéticas. Dan Kofler tiene ese don, esa capacidad para ser testigo y protagonista de estos extraños sucesos para los que no encontramos todavía una explicación racional. En el libro de sus Memorias que he escrito aparecen muchas de estas inexplicables experiencias.

Yo también me alegro mucho de poder ver este cuadro perdido. Podríamos hablar de surrealismo, pero aquí hay algo que va mucho más allá de lo que los surrealistas descubrieron e intentaron dominar, con escaso éxito, en general. Hay una entrada en el mundo de los sueños y el inconsciente, pero con control, sin automatismo, porque todo responde a una voluntad de composición, de búsqueda de orden y sentido. En este cuadro aparecen inquietantes visiones anticipadas que el autor tuvo de lo que le sucedería muchos años después. No me voy a detener en descifrarlas, pero todo el cuadro en sí mismo encierra su propio misterio, al que se une ahora el de su pérdida y su milagroso hallazgo.


lunes, 16 de enero de 2012

LA PINTURA CUÁNTICA DE DAN KOFLER




He He aquí cuatro muestras de la última serie de cuadros pintados por Dan Kofler (también conocido como Dino del Monte), el personaje protagonista de mi libro "Memorias de un judío sefardí". Me alegro mucho de que, bajo el estímulo de estas "Memorias", Dan Kofler haya reanudado su actividad pictórica con la pasión y la creatividad que estos cuadros muestran.

Las fotografías apenas reflejan la gran variedad de tonos, colores, masas, formas y líneas que se funden, superponen y entremezclan creando en el cuadro una profundidad que, me atrevo a decir, no encontramos en ningún otro pintor contemporáneo. Es una de los rasgos más originales de la pintura de Dan Kofler.

El reto de la pintura sigue siendo cómo lograr, a partir de una superficie bidimensional y estática (el lienzo), que el ojo vea un mundo pluridimensional y en movimiento. Frente a la mayoría de la pintura contemporánea, que no es más que impostura y engaño, esta pintura se plantea cómo transformar el espacio plano en un espacio multidimensional (no sólo tridimensional, como logró el Renacimiento, para "engañar" al ojo con la perspectiva). Se incorpora aquí al cuadro el espacio-tiempo y se sugieren otras dimensiones, que aparecen "enrolladas", "mezclándose", "superponiéndose" y "expandiéndose" hacia adentro del cuadro (hacia el infinito)y hacia afuera, hacia los lados y hacia el espectador (el ojo del espectador), sin límites precisos, tal y como ocurre en el universo.

Sabemos que existen al menos diez dimensiones que se hallan "mezcladas" con las cuatro que conocemos, como conteniéndose unas en otras, algo para nosotros inimaginable. Eso da lugar a universos relacionados entre sí, cada uno formado por dimensiones diferentes. Pero no sólo ese multiuniverso es para nosotros un misterio: lo es también el nuestro, del que apenas conocemos una mínima parte, la materia y la energía física, y desconocemos lo demás, o sea, casi todo, a lo que llamamos materia y energía oscura.

La pintura de Dan Kofler se adentra en estos misterios y trata de atisbar qué puede haber ahí, más allá o a nuestro lado: eso a lo que sólo podemos acercarnos mediante el conocimiento silencioso que proporciona el arte, la meditación o los estados de conciencia acrecentada.

No podemos hablar de "pintura abstracta", expresión que ha servido de coladero para vendernos basura de todo tipo (gestual y mental), por arte. Tampoco de "pintura figurativa" o "representativa", pues el autor no busca para nada hacer de espejo o cámara fotográfica para reproducir lo que perciben cotidianamente nuestros sentidos.

Tampoco tiene esta pintura nada que ver con el mito de las "nuevas tecnologías", como si la máquina pudiera sustituir a la mano o a los materiales físicos que el pintor transforma en formas y colores, la fuerza y el espesor de los sentidos implicados en la elaboración del cuadro, el cuerpo que siente, el ojo que no sólo quiere mirar, sino ver lo invisible e impalpable... No, toda esta pintura nacida de los medios tecnológicos acaba siendo incapaz de salirse de la bidimensionalidad del cuadro, por más 3D que se le incorpore, porque le falta la realidad física y orgánica que el cuadro-pintura contiene y expresa.

No he encontrado mejor forma de definir esta pintura de Dan Kofler que llamándola "pintura cuántica", porque trabaja sobre lo que la física cuántica nos dice que es el mundo, una realidad construida por la mirada del observador y con algo tan indefinible como son las partículas subatómicas, que se mueven entre dimensiones que no podemos percibir ni apenas concebir.

Somos energía consciente que se encapsula en un cuerpo y esa energía viene del fondo del infinito y va hacia el infinito. De ese viaje inconcebible nos habla esta pintura, por eso el cuadro está en constante movimiento y el ojo ve a esos seres etéreos saliendo de entre la materia flotante e informe y disolviéndose a la vez en ella. Hay dramatismo, incertidumbre y a la vez goce en los gestos de estos seres. Es la parte humana del cuadro, y por eso nos interesa y conmueve.

(Aconsejo a mis mejores amigos que adquieran uno de estos cuadros para comprobar por ellos mismos la fuerza secreta que esta pintura contiene. Estoy seguro de que el tiempo me dará la razón cuando afirmo que Dan Kofler es uno de los pintores más importantes del momento, muy por encima de la mayoría de los más afamados, no por desconocido menos extraordinario y original).

lunes, 9 de enero de 2012

CARTELES, VIÑETAS Y PANCARTAS













Unas cuantas viñetas hechas con ingenio





ME HA LLEGADO UNA SERIE DE DIBUJOS Y FRASES SUGERENTES, DE LAS QUE ENTRESACO UNAS CUANTAS.

miércoles, 4 de enero de 2012

SER Y ESTAR

(Foto: A. Trancón)

Una de las creaciones lingüísticas más importantes de la lengua española es la distinción entre “ser” y “estar”, tan difícil de explicar a un extranjero. El ser expresa la esencia permanente de algo o de alguien; el estar, una modalidad, estado o apariencia de ser. Las relaciones entre estas dos formas de ver y definir el mundo pueden llegar a ser tan complejas y sutiles que resulta imposible definirlas de antemano. El hablante, en cada caso, puede crear su propio matiz o transmitir su particular visión de la realidad conjugando estos dos verbos, que se oponen y complementan.

Me interesa hoy destacar la importancia del ser frente al estar (en otras ocasiones he hecho lo contrario), centrar la atención en nuestra verdadera naturaleza para no dejarnos absorber por el aturdimiento de los hechos y situaciones de la vida cotidiana, que hoy amenazan con agotar todas nuestras energías. Pensar en nuestro verdadero ser, oculto y borrado por la presión de los acontecimientos y la constante manipulación informativa, que nos lleva de la indignación al abatimiento, de la indefensión a la desesperación. Podría resumirlo diciendo que, ante tantas agresiones externas, la mejor resistencia es incrementar la conciencia de ser.

Porque todo nace del ser, no al revés. En el ser está contenido todo. Del ser brota todo lo que haces. Todo lo que haces refleja el ser que eres. No te preocupes por hacer, por alcanzar. Ocúpate sólo y céntrate en ser.

No hay que hacer para llegar a ser. Ya eres todo lo que puedes llegar a ser. No pienses en que vas a ser. Piensa en que eres, porque eres mucho más de lo que crees ser.

El ser es la base de todo. El estar nace del ser. El estar bien, el estar activo, el estar atento, depende del ser. Si eres, estás. El ser es ahora siempre. El ser es sólo aquí y ahora. No voy a ser, sino soy. Si no soy, nunca seré.

Lo que sientes nace de lo que eres. Siente como eres. Siéntete como eres. Si en el centro de tu ser decides ser algo, todo acabará reflejando eso que has decidido ser. El ser nace del intento, del propósito de ser.

En el centro de ti mismo no hay un yo, sólo está el ser, una energía concentrada que viene del infinito y que está conectada con el infinito. Centrarte en el ser es alinear tu atención y tu conciencia con la energía del infinito que está contenida en el centro de tu ser. Retorna a tu ser, alinéate con tu propia energía. Identifícate con tu ser, no con tu yo. Tu ser es real, tu yo, una ilusión.

La vida nace del ser y en el ser no existe el fracaso. No tienes que ser, ya eres. Sé el que eres. Deja que el ser que eres se manifieste. Acepta ser todo lo que eres. Intenta ser todo lo que eres. Que entre tu ser y tu mente no haya contradicción.