MIS LIBROS (Para adquirir cualquiera de mis libros escribir a huellasjudias@gmail.com)

MIS LIBROS (Para adquirir cualquiera de mis libros escribir a huellasjudias@gmail.com)
MIS LIBROS. (Para adquirir cualquiera de mis libros escribir a huellasjudias@gmail.com)

miércoles, 12 de octubre de 2011

EDUCACIÓN Y CRISIS

(Foto: S. Trancón)

He escrito que la actual crisis no es pasajera, y que nace de la necesidad de redefinir el poder a nivel global, lo que implica un cambio en la actual estructura social: disminución de la clase media y consolidación de una minoría más poderosa en todos los sentidos (económico, político, ideológico…). Hacia dónde nos llevará esta crisis es impredecible, pero puede acabar en catástrofe generalizada, especialmente en las llamadas sociedades avanzadas o del bienestar, basadas en una amplia y consumista clase media, hoy en proceso de destrucción.

El actual conflicto educativo hay que relacionarlo con esta situación, pues parece evidente que lo que se busca es desactivar el instrumento más importantNegritae de creación de una clase media instruida, crítica y defensora de una democracia real y eficaz: la educación generalizada y gratuita, que sólo es posible mediante la enseñanza pública. El justificar este proceso en la necesidad de “recortes” no es más que una artimaña política, pues está demostrado que el dinero que se quita de un lado se va a otro, o sea, de lo público a lo privado.

Pero más allá de esta evidencia, sigue existiendo un problema de fondo: qué y cómo enseñar para que el alumno aprenda y se forme de verdad. El reto al que todos los enseñantes se enfrentan es el hacer compatible un modelo autoritario e impositivo con otro tolerante y comprensivo. La mayoría va de una actitud a otra, tratando de controlar por un lado la indisciplina y la falta de esfuerzo y, por otro, vencer la desmotivación y la pasividad de los alumnos. Es una tarea complicadísima y agotadora, como sabe cualquier padre, especialmente cuando se tiene delante a 30 o 40 adolescentes, como ocurre ahora.

Frente a todo ello hay que optar por unos principios básicos, a los que hoy no se debería renunciar, y que cualquier enseñante comprueba que son los únicos verdaderamente eficaces:

-Es mejor reforzar lo positivo que sancionar lo negativo

- Dialogar y convencer, que imponer y vencer

-Motivar mejor que intimidar

-Enseñar a razonar y pensar, mejor que copiar y repetir

-Estimular la creatividad que premiar la uniformidad

-La alabanza y el reconocimiento, en lugar de la humillación, el reproche y la burla.

-Exigencia frente a condescendencia

-Normas claras y aplicables, mejor que discursos o recomendaciones

-Límites bien definidos y resolución de conflictos mediante la afirmación y aceptación de esos límites

Pero todos estos principios chocan con la realidad actual y sólo son aplicables cuando se dan las condiciones físicas, pedagógicas y psicológicas adecuadas: espacios y material didáctico apropiado, reducido número de alumnos por aula, horarios bien programados, un sueldo digno, ambientes de trabajo estimulantes, reducción de materias, sistemas de refuerzo y apoyo psicológico, mejor preparación pedagógica y psicológica de los profesores, estímulo de la creatividad, la concentración, el razonamiento y el pensamiento, etc.

Si en lugar de avanzar en esta dirección lo que se propicia es un deterioro progresivo de las condiciones de trabajo de los profesores, por un lado y, por otro, sólo se habla de autoridad y disciplina para enfrentarse al problema de la falta de atención, interés, control y motivación de los alumnos, está claro que el propósito es que la enseñanza pública se deteriore, con lo que la mayoría encontrará cada vez mayores dificultades para avanzar social y económicamente.

Todo esto es coherente con un sistema capitalista en el que cada vez parece menos necesaria una amplia clase media, pues los nuevos sistemas de producción se pueden atender con mucha menos “mano de obra”. Le basta con una minoría superespecializada, y para eso le sirve mucho mejor la enseñanza privada, que permite, además, una continuidad en la transmisión del poder y tiene una fidelidad ideológica asegurada.

No hay comentarios: