Las
palabras dicen.
Las
palabras expresan.
Las
palabras hacen.
Dicen
algo.
Algo
sobre el mundo que nos rodea.
Sobre lo
que vemos, oímos y tocamos.
Sobre lo
que imaginamos y pensamos.
Las
palabras construyen, contienen y trasmiten conceptos.
También
expresan algo.
Sentimientos,
emociones, deseos.
Expresan
lo que sentimos en nuestro cuerpo.
Las
palabras, además, hacen algo.
Son
actos.
Nos
comprometen.
Nos dan
poder.
Cambian
nuestra mente.
Desencadenan
y sostienen o cambian nuestras emociones.
Nos
motivan y llevan a los actos.
Pero hay
más.
Las
palabras nos hacen presentes, nos hacen reales.
Nos
otorgan conciencia.
Las
palabras son energía.
Mueven y
modulan la energía.
Dicen,
expresan, hacen, realizan.
No sólo
al mundo que nos rodea, sino a nosotros mismos.
Por eso
es tan importante todo lo que pensamos y decimos.
Por eso
es tan importante nutrirnos con palabras vivas, creadoras,
estimulantes.
Claras,
iluminadoras. No tóxicas, no destructivas.
La
literatura se hace con palabras.
Con el
poder de las palabras.
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