MIS LIBROS (Para adquirir cualquiera de mis libros escribir a huellasjudias@gmail.com)

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jueves, 19 de diciembre de 2013

CRÓNICA DEL ENVILECIMIENTO (2)

Me escribe un anónimo seguidor y me envía un nuevo artículo sobre la situación de nuestro país, al que titula genéricamente “CRÓNICA DEL ENVILECIMIENTO”. Lo copio sin más comentario ni añadidos.
(Foto: Fernando Redondo)


Amigo copista, transportador de mis desahogos, momentos de encanallamiento interior a los que mi terapeuta aconseja airear con abanico de pluma, sin censuras, para que lo escrito produzca cierto alivio curativo. La Navidad se viene, esto no se va, y nosotros nos iremos mientras el país revienta por los diecisiete puntos cardinales. Es imposible ya escribir una crónica que cuente y explique lo que nos está pasando, salvo eso, detectar que el estercolero (muladar, albañal, decía yo de pequeño) nacional crece y ya tapa todas las Españas, la goda y la visigoda, la fenicia y la judía, la musulmana y euskalduna, la celta, la bética y la penibética. Y apenas hemos empezado a destapar el tarro de las esencias.

Te comento la última, amigo terapeuta: 
Ahí está Blesa, el caso, la cosa. ¡Qué era Caja Madrid, por la Santísima Trinidad de Gaeta! ¿Cómo se puede robar con tanta impunidad, con tanto descaro, con tanto envilecimiento? Y todo por ser amigo del desbigotado Aznar. Y tanto pa ti y tanto pa mí. Bueno, para mí más, que para eso he sido, soy y seré. De los 54 millones de la sobrevaloración de esos cuadros (por decir algo), ¿con cuántos  millones ¡de euros! pensaba quedarse el hijo del arrogante ex presi(diario)? Con lo que le cuesta componer ese rostro casi imposible, que se le descuajaringa en cuanto intenta sonreír, que no le sale, que se le descompone. ¿Se pueden ganar, atrapar, rapiñar 30, 40 millones así, con unos cuantos e-mail? ¡Pues sí, lo fue, lo es y lo seguirá siendo! Y no hay juez ni ley que los trinque, los enchirone, los sepulte en mazmorras para toda la eternidad, que no salgan jamás de la cloaca en la que han metido a tres cuartos de España. Pero antes arrojarán al mar al juez que intente hacer otra cosa que no sea encubrir, emponzoñar y lanzar el nauseabundo aroma hacia los otros, los que han dejado el país así y nosotros no hacemos más que lo único que podemos hacer para solucionar esto. Fueron, fuese, y aquí no hubo nada. 

Me cuentan que el tal Blesa compraba caviar de ¡700.000! euros el kilo. Con la rebaja, se compró un cuarto por ¡60.000! euros. Eso de aperitivo. El aperitivo de la boda de la hijita del estraperlista de cuadros. ¿Cuánto costó aquel vergonzoso espectáculo? ¿Quién lo pago? Aparte de la seguridad y vigilancia, que esa sí la pagamos todos. ¿Qué es lo que más indigna de todo esto, hasta enfermar? ¡La impunidad! ¡La arrogancia! ¡El insulto! ¡El vómito que te echan encima, mientras te dicen que es por tu bien, para que no vivas más por encima de tus posibilidades! ¡Pero si yo siempre he vivido por debajo de mis posibilidades! ¡Si mis posibilidades las tenía en sus manos el banco, con su hipoteca vampírica! 

¡Y sube la luz para que los atracadores de las industria eléctrica acumulen más beneficios!

Te querría hablar de los Juegos Olímpicos madrileños, de la metepatas, la mentecata y paleta alcaldesa, un despropósito humano, un mal bicho, que me ha clavado a una cruz con el último IBI y me acosa con multas astronómicas y basura en las calles y baches destrozacoches por doquier, adoquín por adoquín, adoquinada cabeza llena de rulos. Pero a su ladito veo al otro modelo femenino del poder reinante que nos abruma con humillaciones y desfachateces innúmeras. Hasta la punta de su altiva nariz está llena de chanchullos, mangoneos, protectora y encubridora de corruptos como ninguna. Dejó en su puesto a un pupilo listillo, que no iba a ser menos y quién sabe, hasta se atreve algún juez a señalarlo como uno más de la espesa e irrespirable charca en la que han chapoteado como tiburones recién mutados.
¡Y todo con la connivencia de los Sindicatos, que, si no tan insultantemente corruptos, han ido mirando para Cartagena con tal de recibir algunas migajas de la mesa! ¡Ahora lo descubren, como si no estuvieran en los consejos de administración de todas las Cajas! 

¿Y qué decir de los más mentirosos, los mayores atracadores impunes desde hace ya casi cuarenta años, los nacionalistas pujolistas, ahora ya sin la careta de salvadores de España, envueltos en una banderola que da fiebre, que les hace sentir ya triunfadores antes de la última batalla, y que han arrastrado a los más cretinos, los llamados de izquierdas, aunque de ello no tengan en realidad más que la mano pintada?


Veo todo tan repugnante, los poderosos tan engreídos, tan insensibles al dolor infinito que están causando, la muerte innominada que están provocando, los deshaucios, los suicidios, el hambre, la vergüenza de ser pobre y no poder reconocerlo, la tensión, el miedo, un país entero lleno de vergüenza, de impotencia, sin fuerzas ni para levantarse y gritar y romper escaparates y las cabezas de los maniquíes de los escaparates. Y mientras se muere y destruye todo lo que nos protegía los atracadores de bancos siguen sentados en sus poltronas y reciben el dinero de todos para que la economía nacional no se hunda, la mayoría arrastrándose a sus pies, por favor, que no suba la prima de riesgo y nos machaquen más. Tienen nombre, pero los jueces lograrán que acabemos olvidándonos de todos ellos. Haré una lista y pegaré su careto al lado. Iré abriendo nichos en la pared con estos cuadernos del envilecimiento, los tapiaré para que alguien los descubra un lejano día y sepa algo de lo que está pasando, que esto no lo contarán, seguro, los libros de historia.   

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