MIS LIBROS (Para adquirir cualquiera de mis libros escribir a huellasjudias@gmail.com)

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viernes, 27 de noviembre de 2009

LA VIOLENCIA VERBAL

España es la décima potencia económica del mundo y la primera en violencia verbal.
Nada tiene que ver una cosa con la otra, pero aceptemos que, si lo primero parece bueno, lo segundo es llamativo y deplorable, con lo que se demuestra que desarrollo económico no es sinónimo de progreso humano.

A cualquier observador extranjero llama la atención el grado de violencia verbal presente en la vida pública española, en tertulias, debates, programas de televisión, artículos de prensa, conversaciones de tasca y café.
El insulto, la calumnia, la palabra ofensiva, agresiva, despectiva, la amenaza, el juicio categórico, el tono elevado, el exabrupto, la palabra obscena, la maledicencia y el maldecir forman parte de la conversación y el discurso cotidiano, algo que ya nos parece natural, de tan frecuente y extendido.

Pero es muy chocante que se mantenga por un lado un discurso oficial y social muy beligerante contra la violencia en todas sus formas (el acoso, el maltrato, la discriminación, el racismo, el machismo, el lenguaje sexista...) mientras se practica a la vez esta violencia verbal de forma tan impulsiva, compulsiva y omnímoda.

Sin duda, la estructura fonética del español favorece esa impulsividad o explosión verbal, esa falta de control de los impulsos agresivos. Pero yo creo que ha sido, sobre todo, una larga historia de violencia, verbal y no verbal, lo que ha dejado huellas profundas en nuestra lengua, en el léxico, en la prosodia, en la frase hecha, en el uso agresivo de la palabra.

La agresión verbal es un sustituto de la agresión física. Por un lado sirve para canalizar la violencia y contenerla; pero, por otro, fomenta esa misma violencia.

De todos los ámbitos en que hoy se ejerce y ejecuta esa violencia verbal, el más pernicioso, el más destructivo, el de más inquietantes consecuencias es, sin duda, el de la política.
Pero hagamos un distinción, por justicia democrática, entra la conducta de los políticos de izquierda y los de derechas.
Por más que tendamos a equiparar a todos los políticos en conducta, actitudes y lenguaje, yo veo siempre una notable diferencia en el léxico, el tono y las expresiones de unos y otros. Cualquiera puede comprobarlo.
Sería muy fácil hacer dos columnas y colocar a un lado las palabras y expresiones de unos, y las de otros. En una ocasión lo hice respecto a Alfonso Guerra, al que se ha tildado siempre de maledicente. Pues no había comparación entre la ironía y agudeza de sus críticas y los ataques que salían de la boca de sus enemigos políticos.
Cualquier lingüista, psicólogo o simple analista se daría cuenta de esta diferencia. Haz la prueba: frente a cualquier problema o conflicto, pon a un lado las palabras de unos y de otros, y analízalas.

Me he sentido empujado a hablar de este tema al oír, estupefacto, decir a uno de los marineros recién salvados del barco Alakrana que “la actuación del gobierno ha sido asquerosa”. La oposición repite lo de “catastrófica”, “desastrosa”, “claudicante”, “indigna”, “humillante”, “vergonzosa”... ¿De dónde nace tanta violencia verbal injustificada?

Seguiré con el tema, pero antes de acabar quiero recordar alguno de los insultos que el rencoroso Quevedo lanzó contra el altivo Góngora. He aquí algunos:

“Yo te untaré mis obras con tocino,
porque no me las muerdas, Gongorilla”

“Perro de los ingenios de Castilla”

“En lo sucio que has cantado
y en lo largo de narices,
demás de que tú lo dices,
que no eres limpio has mostrado”

“Ruiseñor de los putos”

“Poeta de bujarrones
y sirena de los rabos,
pues son de ojos de culo
todas tus obras o rasgos”

“No los tomé porque temí cortarme
por lo sucio, muy más que por lo agudo;
ni los quise leer por no ensuciarme”

“Almorrana eres de Apolo”

“Doctor en mierda, graduado en pujos”

“Que vuestras letras, señor,
se han convertido en letrinas”

“Son tan sucias de mirar
las coplas que dais por ricas,
que las dan en las boticas
para hacer vomitar”

Su desprecio no se paró ni aún después de muerto Góngora. Esto escribió a modo de epitafio:

“Hombre en quien la limpieza fue tan poca
(no tocando a su cepa),
que nunca, que yo sepa
se le cayó la mierda de la boca”

Las referencias escatológicas merecen un comentario aparte. Lo haré en otro momento. Quedémonos, para entender mejor esta quevedesca actitud, tan contagiosa, al parecer, con estos últimos versos en los que aclara el origen de tanto insulto:

"¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?"

Mala cosa ser de origen judío en una sociedad obsesionada con la pureza de sangre.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es realmente llamativo estar de paso por España

y verificar lo que tu escribes y lo bien que haces.

Temo por el camino de esta España en decadencia.

Brutal,extremadamente en contra del otro,el

diferente.Se acerca al pensamiento nazi y se une

casi a un pro musulmanes.Mayoría en Europa.

Todos contra todos.

No puedo creer,que judíos vuelvan a España.

El pasado les pego duro.El presente ....terrible.

Es ignorancia ?Enojo económico?Políticos de bajo

nivel.No lo entiendo.LLegue con el fin de estudiar

cursos de sociología....pero aquí se va hacia atrás.

Lo lamento.María Torres de Alvear. Arg,Española.

amanece en madrid dijo...

Lo de la pureza de la sangre, te ha quedado clavado, profe. Estoy de acuerdo contigo de la falta de respeto que se respira en la sociedad actual.

Lo que es inadecuado, lo es para todos, pero escuchar palabrotas y decir improperios a un simple trabajador que se las ve y se las desea para llegar a fin de mes, parece que no llama tanto la atención.

Clama el cielo, es que en los medios de comunicación, donde se divulga tanto las buenas como las malas formas, insisten en difundir la parte más negativa de la expresión. En lugar de "enseñar" a expresarnos, nos enseñan a insultar cuanto más mejor y con la mayor "calida" posible.

No he mencionado a los políticos. La gente se ríe de Belén Esteban y demás elementos televisivos que dicen disparate tras disparate porque no han aprendido hacerlo mejor, pero lo de los políticos no tiene precio. Me gustaría hacer un balance del morbo que produce tragarse un programa rosa o un debate entre políticos. Ellos sí deberían expresarse impecablemente. Son los elegidos por el pueblo: Dad ejemplo de respeto, tolerancia, dignidad, elegancia al hablar (aunque tengas que llamar al contrario "perro judío"), amabilidad, entusiasmo, gratitud, responsabilidad.... podría seguir con muchas más carencias que cada vez van degenerando más.

Un saludo

Tercera Opinión dijo...

Hola, con respecto a este tema me gustaría que me dieras tu opinión sobre un artículo que he escrito:

RÓMPELE LA CABEZA A MAMÁ.

http://www.terceraopinion.net/2009/11/29/rompele-la-cabeza-a-mama/

Un saludo.

Anónimo dijo...

Llamar perro judío...se refiere a algo en especial.

Es lo natural en nuestro lenguaje o pensamiento.

Cada vez siento mas asco.

Tal vez encuentre una respuesta lógica.

Estela Segurie de Machado.

Kuikailer dijo...

Hola:

Soy filólogo. Presto atención a lo que hablas, pero como ese chiste para filólogxs "el diccionario no se vicide por la mitad de las páginas sino por la palabra -pero-" ;)

El lenguaje es muy clasista. Dependiendo del nivel conversacional, utilizamos un tipo de lenguaje diferente en cada caso. cuanto mejor te adaptes, más 'cultx' serás.

Estoy de acuerdo en la violencia del lenguaje pero hay que diferenciar esos niveles.

1.- La clase no involucrada en política no tiende a usar vocablos insultantes ad hominem. "Mentiroso/a, demagogo/a" son los más comunes. No les falta razón aunque hay que puntualizar.

2.- El uso de palabras o expresiones violentas se usan en todos los estamentos en todos los países. Todos. La diferencia es sin son explícitos o implícitos.

3.- En España y en la expresión política general, para evitar inexactitudes, se tiende a la generalización semántica y verbal. Por ejemplo usar el futuro imperfecto "No se cerrará", en vez del futuro más cierto del 'presente + adverbio temporal' "nunca vamos a "o el presente indicativo (máxima seguridad futura) "acabamos con ..."

4.- Creo entender que esa violencia viene por la falta de fundamento, argumento o contenido. En ese caso, es el gobierno actual quien gana por que aunque no tenga contenido se ejecuta, mientras que la oposición mayor, se limita a negar la posibilidad del 'logos' en vez de la 'gnosis'

Logos -> Discurso
Gnosis-> conocimiento

Complicadilllo...

Lo que pretendo dejar claro es que nuestro lenguaje no es más violento que otros, el lenguaje es parcial a la idea, si no que es más evidente.

No existe el concepto 'natural' en un lenguaje, existe el uso, apropiado o no, al conocimiento de ese lenguaje, verbal o no verbal.

Complicado en un comment, espero apotar algo.