Como ando un poco apurado y no tengo suficiente tiempo para escribir una entrada propia, hoy voy a echar mano de unas citas de Buñuel, de Mi último suspiro, un libro que leí hace años, pero que recomiendo vivamente.
Dice de Borges: “Entre todos los ciegos del mundo, hay uno que no me agrada mucho, Jorge Luis Borges. Es un buen escritor, evidentemente, pero el mundo está lleno de buenos escritores. Además, yo no respeto a nadie por ser buen escritor. Hacen falta otras cualidades. Y Jorge Luis Borges me parece bastante presuntuoso y adorador de sí mismo. En todas sus declaraciones percibo un algo de doctoral y de exhibicionista. No me gusta el tono reaccionario de sus palabras, ni tampoco su desprecio a España.”
Hace años conocí a Borges en Barcelona. Habló en el Aula Magna de la Universidad Central y estuve muy cerca de él todo el tiempo. Y sí, pues también me dio a mí esa impresión.
Otra cita: “El pedantismo de las jergas, fenómeno típicamente parisiense, causa tristes estragos, especialmente en los países subdesarrollados”. Sí, sí, y en los desarrollados. Aquí mismo, ahora. Cuánto engreído se protege con su jerga, su engolamiento verbal, su pedantería, casi siempre envuelta en humildad.
¿Sabías que existen los relojes de luna? Pues sí, y hay uno en el claustro del convento del Paular de la sierra madrileña. Me enteré cuando lo leí en estas memorias buñuelescas.
Y la última: “Detesto la proliferación de la información. La lectura de un periódico es la cosa más angustiosa del mundo”. Sí le gustaría leer los periódicos, sin embargo, cuando estuviera muerto: “Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba”.
Pues eso. Escrito queda. Es mi pequeño homenaje a este gran tipo, gran español, inmenso cineasta.
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