MIS LIBROS (Para adquirir cualquiera de mis libros escribir a huellasjudias@gmail.com)

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lunes, 3 de marzo de 2008

ENTRE EL COMA Y LA VIDA


Llamo a un amigo y me cuenta que ha sufrido un paro cardíaco. Estaba en un hotel en Londres a punto de acostarse y cayó fulminado al suelo. Muerte súbita. Después de quince días en un hospital, en estado de coma inducido, despertó, salvó la vida. O la vida le salvó a él. La vida nos salva de la muerte, y de la muerte nos salvamos a cada instante. Ahora no recuerda nada de los quince días anteriores al ataque (amnesia retrógrada limitada), los mismos que permaneció en coma. ¡Qué precisión! ¡Con qué matemática exactitud descuenta el reloj cerebral las horas!
Se me ocurre pensar que al morir no morimos del todo, que necesitamos un tiempo para que se nos vaya borrando el recuerdo de todo lo que hemos hecho durante la vida. ¿Un tiempo exactamente igual al que hemos vivido? ¿El recuerdo de la vida se desvanece a la misma velocidad con que lo vivimos? Quizás no morimos del todo hasta que no han transcurrido los mismos años que vivimos. En ese estado de coma, algo nos va comiendo lentamente esa copia de la vida que son los recuerdos. Si por casualidad despertamos antes de ese tiempo, es posible que no recordemos ya nada de lo que durante ese estado post mortem la muerte haya engullido. ¿Quién o qué podrá despertarnos durante ese letargo, ese tiempo en coma? A lo mejor tenemos una oportunidad: si ya en vida nos hemos desprendido de todo, si ya no estamos enganchados a ningún recuerdo, pues la muerte no tiene nada que llevarse a la boca. Y proseguimos navegando dios sabe por dónde y cómo. Todos tendremos, al menos, la posibilidad de comprobarlo. Y como nada de ello sabemos ahora, ni sabremos mientras vivamos, pues eso, y por si acaso: despréndete de todo lo que te pasa y pesa. Ligero de equipaje, ya lo dijo uno de nuestros poetas sabios.

2 comentarios:

Jara Silberia dijo...

Impactante.... saludos

Anónimo dijo...

Pienso que la muerte no existe como tal, en la naturaleza, sino que existen seres vivos que perecen en un instante de sus vidas para ya nunca más volver ser lo que eran. Si algo queda de ellos, son sus descendientes, marcados a fuego por la evolución y con el ADN como prueba de que compartieron..., menos en los seres humanos que "se quedan" en la memoria de sus seres queridos durante mucho tiempo; y si han manifestado arte, escrito prosa o versos,compartido ciencia o han sido protagonistas de algún hecho importante (bueno o malo para los demás) cultural, histórico, social,etc. se quedan, a veces, durante décadas, siglos o milenios. Como Dios, el hombre aunque muera tiene algo de "inmortal"; algo que busca desde que tuvo "conciencia" de estar presente; de ser único e irrepetible en la historia de los hombres. Eduardo.