Dí a la luz de la Red este bloc a media tarde del pasado dos de febrero. Hoy, día cuatro, a las diez de la mañana, compruebo que hay más de novecientas entradas registradas. ¿Qué significa esto?, me pregunto. Pues no lo sé, me respondo. Supongo, en primer y fundamental lugar, que la curiosidad es uno de los motores de este invento cibernético -casi telepático- al que llamamos internet, palabra que me desconcierta, porque transforma el término "interno", que nos lleva despacio hacia adentro, con un sufijo raro, no de nuestra lengua, que nos lanza hacia afuera. Veo yo en esta analogía morfológica la esencia de este invento: algo que puede llevarnos hacia adentro o lanzarnos hacia afuera. Encontrar el equilibrio de estos dos impulsos, esto es lo difícil. Porque ante tanta información hay que adquirir mucha agilidad, olfato, agudeza de todos los sentidos, para no perder el tiempo viendo tonterías, navegando a la deriva. Descubrir lo que de verdad nos gusta y nos hace pensar, nos da fuerza y vida, no simplemente nos llena la cabeza de basura. Y la basura mental es la más peligrosa. Y basura no es sólo lo que es basura de por sí, sino todo aquello que de verdad no nos interesa y a lo que dedicamos nuestra atención, simplemente llevados por la inercia o la simple atracción de la pantalla de nuestro ordenador. El ordenador, sin necesidad de madarnos nada, ordena nuestra cabeza, desordenándola.
Bueno, pues quiero pensar que este bloc no contribuya a todo eso que critico. La curiosidad, sí, es algo bueno, siempre que no se fagocite y retroalimente a sí misma. Y la técnica, por supuesto. Una técnica a la que debe orientar y dominar el logos para convertirse en tecno-logía, y no como hoy ocurre con frecuencia, en que una técnica sin pensamiento, sin justificación, separada de los verdaderos deseos y necesidades, se nos impone poniéndonos a su servicio. No soy ni tecnofóbico ni tecnólatra. El equilibrio, la armonía: yo ordeno, yo soy quien pongo orden en mi vida. Para ello hay que tener control y pasíón a un tiempo. Impulsos contrarios, pero complementarios y absolutamente necesarios. Me apasiona el mundo, pero soy yo quien controla mi vida. Sea.
¡Y mil gracias a los visitantes!
(P.D. Creo que cualquiera puede pulsar el icono de final del bloc y comprobar las estadísticas de visitas. Un poco complicado, pero igual a alguno le interesa).
12 comentarios:
Es un verdadero placer leerle.
Un cordial saludo
Me gusta tu bloc, me gustan tus fotos y me gustan tus comentarios pero ¿estás seguro de que eres tú el que controla tu vida? es posible que, aparentemente así sea, pero no se si deberías ser tan categórico. Es más lo que ignoramos que lo que conocemos, el imperio de la razón es muy pequeño y muy limitado, sobre todo esto último. ¿Recuerdas?
MIGEUL HERRERO, PROFESOR DE LA UNED, ME HA ESCRITO:
Santi, veo que estás metido de lleno en lo que llaman sociedad de la información con blog/oc propio al que me asomaré de vez en cuando. Enhorabuena y mis felicitaciones porque, con todas las limitaciones que se quieran, la red es un espacio de libertad para dejar constancia y, a veces también, para movilizar a mucha gente. Así que larga vida a tu bloc. Un abrazo.
Miguel Herrero
Buenos días Santiago,
JARA BEDMAR, una blokera excelente, ME HA ESCRITO:
Es un verdadero placer leer su blog.
Espero sentir algún día qué es tener casi mil entradas en mi bitácora….(http://silberia.blogspot.com) aunque para eso hay que escribir en el cuaderno cibernético como usted y, eso, es muy muy muy complicado.
Un cordial saludo y feliz semana.
UN EDITOR, AL QUE ESPERO CONOCER, ME HA ESCRITO:
Santiago, enhorabuena por el "bloc". Y ánimo con la tarea de desenmascarar
la manipulación en el asunto del Parnaso y otros certámenes literarios.
Un abrazo,
Pepo Paz (editor)
www.bartlebyeditores.es
Marián,de acuerdo: no controlamos nuestra vida porque no hemos controlado nuestro nacimiento y no controlaremos nuestra muerte. No sabemos ni cuándo ni dónde ni cómo vamos a morir. Algo inconcebible, inimaginable e incomprensible está por encima de todo, también de nuestra vida. Pero podemos controlar, mediante la conciencia, algo -aunque sea superficialmente- pero de modo suficiente como para que nos responsabilicemos de ello. Esa es nuestra libertad. A eso lo llamábamos "desatino controlado", ¿recuerdas? Y a eso me refería.
Cuidado con el narcisismo y la complacencia, que pueden ser los peores enemigos de un hacedor de entradas para alimentar su propio blog.
Pedro, gracias por la advertencia. No hay nada más alejado de la literatura que la vanidad, el narcisismo y la egolatría. Ya digo en la Poética que no hay que confundir subjetivismo con egomanía. Esto vale incluso para los actores, que no se cansan de afirmar que es una profesión necesariamente narcisista.
Simplemente impresionante, me gusta tu BLOC, y alucino con el éxito obtenido en dos días...
Bien, pase y vi... quizá el recuerdo de esta mente literaria soyoza al leer en silencio palaras bien ordenadas y algo curiosas. Este ultimo texto suscito mi habilidad siempre ecleptica de reunir emociones y disparame sola hacia un muro de palabras en relieve que moldean mi cuerpo como una "s".
Me gusta la libertad y la inversion finita que proporciona un blog, quizá...
Erika
yo también lleué a una reflexión parecida al poco de sumergirme en esto de la blogosfera.... al poco, volví a sacar la cabeza a la superficie y ya había pasado un año!
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